Un día oí una posición muy bonita acerca de la palabra poder: “Es una palabra neutra”. Era la primera vez que oía ese concepto y decidí escuchar para entender un poco más.
El proceso de aprender sobre el verdadero significado de esa palabra fue interesante porque ha sido a través de la voz donde, con el color suficiente, nos podemos imaginar lo bueno o lo malo que se puede hacer con aquello que te otorga la sociedad.
En algunas circunstancias el poder te lo da un cargo en una compañía, en otros casos, la posición o rol que ocupes en tu familia y en otros tantos por decisión democrática una comunidad, por ejemplo, así es como llegan a ejercer cargos públicos los líderes en la política.
La vida me ha enseñado de liderazgo y aplicando el mismo concepto sobre dicha palabra, he entendido que son palabras hermanas, las cuales van correlacionadas y se vuelven poderosas en la medida que realices una excelente administración de las mismas.
Así, la responsabilidad se vuelve relevante para hacer un uso adecuado del liderazgo y el poder, por lo que nos volvemos responsables por las decisiones que tomemos en pro o en contra de la comunidad, familia o grupo laboral.
Para lograr el verdadero uso del poder y de lo que representa esta palabra, debemos conocer los objetivos de la comunidad así como sus intereses y determinar sí el bien común está por encima o a la par con los intereses personales del líder, razón suficiente para decidir si somos merecedores en realidad del liderazgo de una comunidad o líderes de nuestro propio entorno.
